RESEÑA                                                                     145

 
Alberto Hernández Hernández (coord.), La Santa Muerte. Espacios, cultos y devociones, El Colegio de la Frontera Norte-El Colegio de

San Luis, México, 2016, 305 pp.

ISBN 078-607-479-238-6

 

 

 

 

 

Sin duda, uno de los fenómenos más interesantes dentro de la cultura popular mexicana reciente es el surgimiento del culto a la santa Muerte. Esta devoción se hace a una figura esquelética, vestida con hábito franciscano que porta una guada- ña, un globo terráqueo sobre una balanza. Las formas en que los devotos se rela- cionan con ella tienen una connotación cercana a las devociones marianas. Se dice que tiene poderes mágicos y milagrosos y se recurre a ella para solucionar las vicisitudes que se presentan a los individuos que buscan sus favores. Es un mbolo ritual reconocido y usado con frecuencia en la brujería tradicional. Se debe señalar que el culto actual resurge en el controvertido barrio de Tepito de la Ciudad de México. Dicho culto reelabora activamente elementos tanto de la cultura popular y artística nacional, así como de diversas estructuras rituales católicas. Una de las características actuales del culto es que ha enfrentado el rechazo fuerte de la Igle- sia Católica Romana, del estado mexicano y de la prensa internacional. ¿mo entender este fenómeno tan singular? Una parte de la respuesta esta en el libro que presentamos hoy.

Del culto a la santa Muerte se ha escrito mucho desde los periódicos y los reportajes, tanto en medios impresos como electrónicos. Existen varias tesis de ciencias sociales sobre el tema. Pero, las publicaciones del medio académico ha sido notoria la escasez de buena literatura de las ciencias sociales acerca de este tema. Solo podemos mencionar los trabajos de los historiadores Andrew Chesnut (De- voted to death: Santa Muerte, the Skelton Saint, Oxford University Press, Nueva York, 2012) y de Katia Perdigon (La Santa Muerte, protectora de los hombres, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 2008), ambos trabajos lamentablemente agotados actualmente y sin reeditar. Entre los capítulos de libro


 

cabe señalar “El culto a la santa Muerte, una herejía popular de reelaboración cultural de Carlos Garma y Roberto García publicado en homenaje a Yolotl González Torres llamado Los rumbos del pensamiento (INAH, 2015, Félix Báez y Jorge e Isabel Lagarriga, coords.). Los trabajos en revistas académicas de las cien- cias sociales están muy dispersos y muchos son difíciles de conseguir. Entre estos destaca el excelente artículo de Elsa Malvido titulado “Crónicas de la Buena Muerte a la Santa Muerte” publicado en Arqueología Mexicana, número 76, 2005.

Este libro es una obra colectiva sobre el culto a la santa Muerte desde diferentes perspectivas. Probablemente es la primera obra colectiva publicada sobre este culto tan llamativo que ha tenido un gran impacto social y mediático. Es un texto multidisciplinario que contiene aportes de diversas disciplinas, escenarios y contextos. Sin duda es una obra de gran interés para el público en general, y más para los especialistas que se dedican al estudio de la diversidad religiosa en México y en otros lugares donde esta expresión singular ha llegado.

La organización del libro es adecuada, coherente y lógica, con un inicio fuerte y contextos sobresalientes, con buenos trabajos de diferentes escenarios. La parte media contiene textos descriptivos. Sin embargo, la sección etnográfica tiene al- gunos trabajos débiles. Los textos son prácticamente etnográficos, salvo uno de corte semtico. Aportan muchos datos nuevos al estudio del culto de la santa Muerte, dando nuevas perspectivas sobre el desarrollo de nuevos movimientos religiosos populares. En su conjunto dan un panorama complejo sobre el desar- rollo de esta manifestación. Lamentablemente, el aspecto histórico es ignorado por completo, salvo algunas menciones en un par de textos. Desconozco a qué se debe este aspecto, ya que el texto conocido de Katia Perdigón, fue muy rico al respecto.

Cabe señalar que los todos los textos son originales, novedosos, y más descrip- tivos que analíticos, lo cual es comprensible dado que se conoce tan poco sobre el culto a la santa Muerte desde un punto de vista académico. Sin embargo, hay textos flojos y que podrían haber sido eliminados. En otro apartado los voy a señalar.

La obra debería tener  una útil bibliografía general al final, aunque hay referencias que se repiten continuamente en los textos. En cuanto a la sociología de la religión y antropología de la religión, la bibliografía es completa y adecuada. Resulta desconcertante la ausencia de textos históricos sobre religiosidad popular en México en la mayoría de los autores. Hay un excelente uso de datos etnográfi- cos y de algunos elementos visuales. Este libro presenta una revisión amplia y actual sobre el culto a la santa Muerte que sin duda hacia mucha falta en México. Por lo tanto, es un aporte importante.


 

El “Prólogo” fue escrito por el conocido especialista estadounidense Andrew Chestnut, mientras que la “Introducción” estuvo a cargo del sociólogo mexicano Alberto Hernández.

La discusión sobre religiosidad popular en América es muy interesante. Como seña anteriormente, el apartado sobre los santos populares, devociones proscritas y cultos emergentes es adecuado al tomar en cuenta los excelentes trabajos de Serge Gruzinski, Félix Báez Jorge y Antonio Rubial, que le dan a esta obra mayor profundidad histórica. En la sección “La devoción a la santa Muerte en el siglo XXI se ofrece al lector importantes datos sobre el desarrollo actual de esta mani- festación.

Orígenes y estética de un culto en transformación” es el título de la siguiente parte del libro que contiene tres contribuciones: “Panorámica de la devoción a la santa Muerte en México: pistas de reflexión para el estudio de una figura poli- facética” de la etloga francesa Kali Argyriadis, el cual es un excelente texto sobre el desarrollo del culto a la santa Muerte en la ciudad de Veracruz. Es una etnografía sobresaliente con excelentes aportes desde un contexto de pluralidad religiosa complejo del Caribe que tiene una amplia diversidad cultural. Muestra de ello son las observaciones acerca de la interacción de esta manifestación popular con la santería yoruba afro-cubana en el puerto. Este capítulo le da un muy buen comienzo a esta sección.

La Santa Muerte, un culto en consolidación” del joven sociólogo Jorge Adrián Yllescas es, en general, un texto muy aceptable que da un buen estado del arte de los estudios sobre el culto a la santa Muerte, con algunas observaciones sobre ritos, reuniones y congresos vinculados a esta manifestación en contextos urbanos. El autor destaca las transformaciones que se han dado en esta manifestación popular particularmente durante los últimos años.

“Paradoja descarnada: el culto de la santa Muerte, desde una perspectiva semtica” del especialista polaco Piotr Gzegorz Mchalik, aporta una visión inter- disciplinaria al conjunto desde la perspectiva semtica a partir de la iconografía de las imágenes. Es un trabajo bastante lido que se basa también en trabajo de campo en diversos sitios de México y Guatemala. El autor anota la importancia de la venta de productos comerciales vinculados al culto.

La siguiente parte del libro se llama “El culto a la santa Muerte en la región del Golfo y el norte de México” y contiene dos trabajos. El primero es “De devoción tradicional a culto posmoderno. La santa Muerte en el norte y sureste mexicano (Ciudad Juárez y Veracruz)” de la antropóloga Guadalupe Vargas Montero, donde describe y compara el culto en dos contextos, contrastando su desarrollo contradictorio desde la posmodernidad y la tradición. Después la autora señala los imaginarios y representaciones asociados a este movimiento religioso.


 

El segundo: “‘Hoy estás en los brazos de la vida, pero mañana estarás en los míos’. El culto a la santa Muerte en el norte de México”, del sociólogo Alberto Hernández, un texto notable que contiene una descripción importante de la represión del culto en la región fronteriza durante la administración nefasta del expresidente Felipe Calderón. Muestra datos poco conocidos que deben ser divul- gados para comprender la importancia de la defensa de las minorías religiosas estigmatizadas.

La tercera parte del libro nombrada Reflexiones y testimoniales de esta devoción”, tiene dos entregas: “Entre niñas blancas en la colonia Ajusco, mirada etnográfica al culto a la Santa Muerte en el sur de la Ciudad de México”, del so- ciólogo Sergio G. de la Fuente Hernández, una muy buena etnografía del culto en un contexto urbano popular a partir de la descripción de dos actores claves que son especialistas rituales, pero con trayectorias muy diferentes entre ellos. Después muestra elementos de los seguidores que se expresan en ceremonias como los rosarios en espacios públicos.

La segunda entrega: “Quince años de convivencia con La Flaquita. Miradas de un hojalatero social”, de Alfonso Hernández Herndez, aporta descripciones etnográficas del culto en Tepito de quien en el texto se identifica como el cronista del barrio. El artículo contiene muchos datos útiles desde una perspectiva local donde el culto resurg al inicio del 2001 y donde actualmente tiene muchos adeptos.

La sección Apropiaciones simlicas y transnacionales del culto”, contiene tres contribuciones, la primera llamada “La iconografía de la santa Muerte: an- tropología de una imagen abierta”, de la historiadora del arte francesa Caroline Perret, otro excelente aporte multidisciplinario que fortalece esta recopilación. Destaca su cuidadoso análisis de las imágenes y figuras, donde anota la influencia de las figuras medievales de la Buena Muerte.

La segunda: “La religión transterrada. El culto a la santa Muerte en Nueva York”, del antropólogo Antonio Higuera Bonfil, aporta datos interesantes basa- dos en entrevistas directas con migrantes mexicanos en esta ciudad. Es un trabajo que ofrece información interesante sobre la difusión transnacional del esta ex- presión religiosa.

La tercera aportación es “San La Muerte en Argentina: usos heterogéneos y apropiaciones del más justo de los santos’” del conocido antropólogo argentino Alejandro Frigerio. Excelente trabajo que le da un aporte latinoamericano indis- pensable a esta obra. El autor conoce muy bien el contexto y ofrece buena infor- mación al respecto Es interesante comparar la interacción entre los grupos de religiones afrobrasileños y San La Muerte con las relaciones entre la santería yoru-


 

ba afro-cubana y la santa Muerte descritas por Kali Argyriadis en el mismo libro. Esta lectura deja un buen sabor al final de esta sección.

El coordinador Alberto Hernández, aporta además algunas reflexiones finales muy valiosas a la obra, en cuanto a su parte textual. Concluye así:

 

Los trabajos aquí presentados no solo se refieren a una exaltación del culto a la san- ta Muerte en diversas regiones del país y distintas ciudades de Estados Unidos, sino que también expresa esas finas fronteras entre la legalidad y la ilegalidad, que hacen de esta práctica religiosa un fenómeno muy rico de análisis. La desregulación del campo religioso en México ofrece miradas a estas nuevas formas de religiosidad donde niños, jóvenes, hombres adultos, mujeres y personas de sexualidades diversas construyen esperanzas, deseos y una identidad popular multirreligiosa muchas veces difícil de describir (Hernández, p. 276).

 

El volumen cierra con una sección fotográfica muy notable, se pueden obser- var las diferencias y semejanzas del culto y sus seguidores de localidades muy distintas. Esta parte se llama “De Norte a Sur. Registro visual de las prácticas del culto a la santa Muerte y San la Muerte”. Las imágenes son de Nueva York, Ti- juana, Ciudad Juárez, barrios de Tepito y La Merced, Ecatepec, Veracruz y Bue- nos Aires.

Este libro es por lo tanto un aporte notable al estudio de las minorías religiosas en contextos latinoamericanos y es además un buen ejemplo de las posibilidades interesantes que ofrece la interdisciplinariedad cuando se aplica al estudio de un fenómeno concreto tan complejo como es el surgimiento y desarrollo de un mo- vimiento religioso. Se recomienda ampliamente su difusión y lectura.

 

 

Carlos Garma

Departamento de Antropoloa Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa

Ciudad de México