Editorial

 

Antropología Americana se complace en presentar en este número un conjunto de investigaciones referidas al tema de la Conquista. Si bien se refieren a un hecho ocurrido hace quinientos años, no hay que olvidar que ese acontecimiento cambió el rumbo de la historia y marcó las pautas de un proceso global de distinciones y desigualdades que siguen prevaleciendo hasta nuestros días. El impacto de la Conquista sigue marcando las distinciones y clasificaciones sociales en América Latina y el Caribe, pautas que se sustentan en la racialización de la diversidad cultural y en prácticas de exclusión basadas en criterios de “raza”, nacionalidad, lugar de origen y género.

Con motivo del Quinto Centenario de la Conquista del Cemanáhuac, ofrecemos un conjunto de trabajos que son resultado de investigaciones de largo aliento, en las que participan antropólogos físicos, etnohistoriadores, arqueólogos, etnólogos, historiadores y arquitectos especializados en el conocimiento de las culturas mesoamericanas.

Invitamos a nuestros lectores a disfrutar y compartir este número bellamente ilustrado, cuyo contenido pone de relieve diversos pasajes históricos y los elementos culturales que conforman la identidad mesoamericana, eje que ha estructurado una buena parte del trabajo académico de historiadores, antropólogos, etnohistoriadores e investigadores de otras disciplinas científicas. Aprovecho este espacio para expresar nuestro agradecimiento a los editores encargados del dossier temático: los doctores Eduardo Corona Sánchez, de la Dirección de Etnohistoria del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Carlos Serrano Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas (UNAM).

A continuación, en la sección de artículos diversos abrimos con un artículo de la antropóloga canadiense Marie France Labrecque, de la Universidad Laval. En este artículo se analiza la precariedad laboral y las condiciones de migración y empleo de los jornaleros agrícolas en Canadá, considerados como “trabajadores esenciales” durante la pandemia de Covid-19. Para la autora, resulta paradójico que los trabajadores que realizan labores indispensables para reproducir la vida (además de los médicos, enfermeras y paramédicos), resulten ser los trabajadores peor pagados y que vivan en condiciones de precariedad laboral, como son los jornaleros agrícolas. Lo mismo habría que decir de todos aquellos que producen, transportan y comercializan los artículos de primera necesidad: trabajadores de tiendas, almacenes, empacadoras, transportistas, choferes, cuidadoras y todo ese amplio sector del proletariado cuyo trabajo se tornó indispensable para sobrevivir en la pandemia.

En seguida, se presenta un artículo sobre el ya recurrente problema del agua y la contaminación ambiental. Diana Elizabeth Sánchez Andrade y Rigoberto Sandoval Contreras analizan la problemática social y ecológica en la microcuenca del Cupatitzio-Marqués, ubicada en el estado de Michoacán, México.

En este número también se presentan las reseñas de tres libros de reciente publicación. Finalmente, a manera de homenaje, la Dra. Ana María Salazar presenta una bella narración sobre la vida y obra de la gran antropóloga Mercedes Olivera Bustamante (q.e.p.d.), quien en agosto pasado dejó este plano de la existencia, pero nos legó su ejemplo, su sabiduría, su aportación como ser humano, como académica y como antropóloga feminista.

Esperamos que este número sea de su agrado y reiteramos nuestra invitación a enviar sus artículos, reseñas y otras contribuciones a Antropología Americana.

 

Cristina Oehmichen Bazán

Editora

 

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