Nota editorial

Nota editorial

Alexandra Pita González

Revista de Historia de América

Instituto Panamericano de Geografía e Historia, México

ISSN: 0034-8325

Periodicidad: Semestral

núm. 155, 2018

revhistoamerica@ipgh.org



Nota Editorial

Este año se cumplen los 80 años de la Revista de Historia de América, desde que su fundador, y director, el historiador mexicano Silvio Zavala, lanzó el primer número en marzo de 1938. Los aniversarios son siempre motivo de celebración porque al recordar se le otorga un nuevo significado, se hace presente el pasado. El homenaje que brinda el comité editorial que asumió desde el año pasado esta nueva etapa de la revista, tomó forma a través de un dossier de artículos temáticos sobre Zavala, que bajo la coordinación de la editora se presenta en este número. Con ello, se busca comprender las múltiples facetas de Zavala como estudiante, historiador, fundador de la revista, diplomático y académico en varias instituciones e instancias relevantes: director de la Biblioteca Histórica Mexicana de Obras Inéditas y director y maestro en el Centro de Estudios Históricos de México, miembro destacado de la Academia Mexicana de la Lengua, la Academia Mexicana de la Historia y El Colegio Nacional. La intención no es dedicarse a una obra en particular, sino entender a nuestro homenajeado en una serie de contextos a partir de una serie de textos de su autoría.

A partir de esta premisa, el dossier se integró por ocho estudios puntuales que dieron cuenta de distintas maneras de las múltiples facetas de la vida intelectual del historiador mexicano. El orden de aparición sigue una lógica de trayectoria académica del autor, que inicia en la década de 1930 y finaliza en la década de 1950, pero se conjuga con la fecha de aparición de las obras de Zavala y sus diversos cargos.

El primero, a cargo de Andrés Lira, se dedica al Zavala estudiante de derecho, primero en México y luego en España, entre 1930 y 1932. Aborda su preocupación por el Constituyente mexicano de 1917, tema que bajo la influencia de la visión evolucionista de Emilio Rabasa, va nutriendo su crítica sobre el constitucionalismo del siglo XIX y principios del XX. Interesado en el derecho constitucional español e imbuido del cambio político que le tocó presenciar con la República Española, Lira señala cómo Zavala observó con escepticismo los debates sobre la nueva constitución y la situación de las izquierdas españolas.

Continuando con este período de vida estudiantil, el artículo de Roberto Fernández Castro inicia subrayando que fue en este período cuando Zavala combinó su interés por el derecho y por la historia, alternancia que tuvo sus frutos al regresar a México en 1937, cuando inició una carrera como historiador. Muestra también cómo Zavala alternó estudios, publicaciones, cargos institucionales, viajes, becas y círculos intelectuales. Fernández enfatiza el papel de Alfonso Reyes para vincular a Zavala con otros historiadores de América del Sur, así como el empuje que implicó el que se le encargara la creación de La Revista de Historia de América. Los años siguientes fueron para el autor una época donde se plasma con mayor claridad el Zavala historiador hasta que en 1956 comienza un nuevo giro cuando asume como consejero cultural de la embajada de México en Francia y como delegado permanente de México ante la UNESCO.

Por su parte, Jesús Iván Mora Muro dedicó su artículo a analizar el papel que jugó Zavala como funcionario e historiador, enfatizando su influencia en el proceso de institucionalización y profesionalización de la historia en México a partir de la década de 1930. Comparte la preocupación del artículo anterior por el período que inicia cuando Zavala regresa a México, y señala los vínculos y relaciones sostenidas entre el mexicano y otros historiadores. A partir de este material sigue la preocupación de Zavala por la profesionalización de la historia a través de instituciones educativas, pero también de la importante discusión historiográfica que sostuvo en este período con O’Gorman.

El artículo siguiente, escrito por Francisco Quijano Velasco, se enfoca en los estudios de Zavala sobre los debates políticos y filosóficos en torno a la conquista de América, por ser éstos los que ocuparon un lugar central en la obra del historiador. Para el autor, la discusión historiográfica que señala a Zavala como un cientificista o positivista no es exacta, puesto que, como intenta mostrar en su artículo, la posición del historiador se encontró más cercana a la historia de las ideas (tradicional) al producir historias “teleológicas” (siguiendo la definición de Quentin Skinner), esto es, tratando a los “grandes problemas” sin su contexto linguístico o la influencia de lo social y lo político.

Siguiendo con la preocupación sobre la mirada de Zavala acerca de la colonia y las obras que produjo al respecto, Mario Enrique Fuente se dedica de manera puntual a abordar el uso de armamento utilizado por los españoles durante la conquista de la Nueva España, tema para el cual considera importante estudiar la obra de Zavala sobre el tributo indígena, el servicio personal y las diversas instituciones jurídicas medievales que se implementaron en el Nuevo Mundo. La mirada de Zavala permite a juicio del autor, “construir un panorama más dinámico y complejo del proceso de conquista”.

A su vez, en el artículo escrito por Alberto Enríquez Perea se analiza el pensar del obispo Vasco de Quiroga en la obra de Zavala, a cuyos textos volvió en varias ocasiones por considerarlo un destacado religioso humanista. Enríquez muestra cómo en una larga duración (de más de cincuenta años), ésta fue una figura importante que marcó la mirada de Zavala sobre el pasado colonial e indígena, un hilo que entretejía de distintas maneras a un Vasco de Quiroga defensor del cristianismo primitivo, del utopismo y de los indios. Zavala lo recupera por su cercanía a las ideas de Tomás Moro y Erasmo de Rotterdam.

Por su parte, el trabajo de Elmy Lemus Soriano, desde una perspectiva historiográfica analiza una serie de trabajos de Zavala donde hace un recuento de la historia general de México desde el período prehispánico hasta el siglo XX, los cuales fueron escritos entre 1946 y 1955 para la unesco. Estos textos, poco conocidos, permiten a la autora reflexionar sobre un Zavala historiador que, al servicio de la diplomacia cultural, tuvo un tipo de observacion sobre lo mexicano de larga duración donde predomina un Zavala humanista y liberal que a través de lo internacional espera que México concrete el futuro planeado.

Para cerrar el dossier, el artículo de Erika Pani reflexiona sobre el papel que jugó la historia de América en la obra y acción de Silvio Zavala. Para ello, explora el Programa de Historia de América, liderado por Zavala, quien, bajo los auspicios del IPGH, publicó una serie de libros sobre la historia del continente americano. La conjugación del interés académico con el apoyo político materializaron el proyecto, el cual, al momento de concretarse en la década de 1950 recibió críticas que señalaron la limitada presencia de Estados Unidos, Brasil y Canadá, así como la imposibilidad de superar los desafíos que implicaba hacer una Historia de América.

Como parte del homenaje, en la sección Documentos se encuentran dos colaboraciones dedicadas a Zavala. La primera está escrita por Patricia Galeana, quien reflexiona sobre el sentido del conocimiento histórico en Zavala, quien desde una mirada neopositivista vio a la historia nacional como un todo y a ésta a su vez, interrelacionada con la historia de la humanidad. El siguiente documento, a cargo de German Luna Santiago, reflexiona sobre el cliché de adjudicar a Zavala el mote de posisitivsta. A partir de dos entrevistas que le realizan —hasta ahora desconocidas—, el autor analiza fragmentos para probar que Zavala tuvo una postura crítica. El último texto de esta sección, fruto de un proyecto de asistencia técnica financiado por el IPGH y a cargo de Luis Andrés Valenzuela Olivares, sintetiza la labor realizada por un colectivo para conformar el Atlas Histórico de América, el cual incluye tanto la geografia física como la humana.

Por último, la sección de reseñas está compuesta por tres textos que revisan analíticamente lo escrito en libros que trabajan temas muy diversos, tanto por su espacialidad como por su temporalidad, abarcando obras que abordan una historia dedicada al mexicano Torres Quintero, otra al argentino Ezequiel Martínez Estrada y, por último, otra que nos remite a Yucatán y su excepcionalidad en el siglo XIX.

Agradezco a María Eugenia Zavala, hija de Silvio Zavala, por habernos facilitado la fotografía que ilustra la portada de este número.

Alexandra Pita González

Editora

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